BMW R100R Cafe Racer custom

BMW R100R Cafe Racer custom. ‘The Whale’ (la ballena) es como han apodado a esta fantástica pieza de ingeniería los responsables de su diseño, el taller austriaco vagabund moto. Un diseñador y un ingeniero han estado trabajando en esta moto durante dos años, además de otras siete motos custom durante este corto periodo de tiempo.

El trabajo está hecho sobre una BMW R100R  de 1993, creo que es de las últimas que se sacaron. A primera vista podemos ver que es una moto distinta, con un cuerpo que une el depósito con el asiento y el colín en una única pieza.




A medida que te vas adentrando en los detalles y ves más fotos, más me va gustando, detalles que no te dejan indiferente.

Prácticamente todo en esta moto ha sido hecho desde cero. A excepción del motor y el chasis, nada se ha librado de la sustitución o mejora. Todo un acierto cada uno de los detalles de esta R100. Las ruedas son las que vienen de serie aunque se le han cambiado los radios por unos de acero inoxidable. La llanta se ha pintado de negro.




La luz trasera ha sido integrada en la parte de atrás del asiento, el silenciador ha sido hecho a mano y añadió una cubierta de aluminio. En el manillar se han puesto los intermitentes de motogadget.

La batería tan pesada que llevan las BMW R100R ha sido sustituida por una más ligera y pequeña de litio.

El «cuerpo» de la moto se puede levantar dejando ver un mini maletero donde poder meter los papeles de la moto y alguna herramienta. No deja de sorprendernos esta BMW R100R Cafe Racer custom.




Al tener los indicadores bajo el panel acrílico en el depósito, el manillar queda muy limpio, con los cables básicos de freno, embrague, acelerador y mandos básicos.

Como impresiona ese motor boxer de 980 cc que si no me equivoco tiene una potencia de 70cv.

Creo que tener el velocímetro de motogadget junto con los indicadores dentro del depósito con un cristal es de matrícula. Cada foto de esta BMW R100R Cafe Racer custom te hace pensar e inspirarte para sacar mejores ideas en tus trabajos. Siempre he querido hacer algo así, pero hacerlo con tanta calidad hasta ahora es impensable por muchos de nosotros.

El asiento hecho a medida, alineado perfectamente con el «cuerpo» de la moto.

No se han dejado ni un detalle sin pulir, rozando la perfección en todo momento.